¿Cuándo usar cajas de descarga electroestática en el almacén?

Las cajas y otras tecnologías de almacenamiento que protegen contra las descargas electrostáticas son necesarios para el transporte y el almacenamiento de componentes electrónicos y electromecánicos.

¿Alguna vez has caminado sobre la moqueta de un centro comercial y te ha dado una pequeña descarga eléctrica cuando tocas un objeto (con conexión a tierra)? Si es así, te has convertido en víctima de una descarga electrostática (ESD). Estas descargas suelen ser inofensivas, siempre y cuando no haya gases y líquidos inflamables ahí mismo. Este puede ser el caso, por ejemplo, de las gasolineras o las empresas industriales. Por ello, es bueno recordar, en las gasolineras, tocar brevemente el surtidor de gasolina o la manguera antes de repostar, para descargarse estáticamente. 

Las ESD pueden causar daños en los componentes electrónicos

Los componentes eléctricos, electrónicos, optoelectrónicos y también numerosos componentes electromecánicos pueden ser afectados por las descargas electrostáticas, y estas son una de las causas más comunes de fallo, especialmente en el caso de los circuitos integrados basados en semiconductores. El temor a los daños latentes es aún mayor, ya que el componente suele pasar la prueba de calidad, pero falla después de una breve vida útil, lo que supone costes añadidos en servicios de reparaciones. 

Evitar el daño provocado por las ESD

Todos los componentes y conjuntos sensibles a la ESD (p. ej., los componentes informáticos) deben manipularse, empaquetarse y almacenarse en un entorno protegido contra las descargas electrostáticas (llamadas EPA, Área Protegida contra la Electricidad). Estas estaciones de trabajo y zonas protegidas disipan las cargas electrostáticas existentes de forma controlada hacia el suelo y evitan las cargas que suelen generarse por la electricidad de fricción. Para ello, se utilizan superficies de trabajo conductoras, cintas antiestáticas conductoras, mobiliario apropiado, ropa, zapatos y suelos conductores, aire ambiental ionizado y puesta a tierra de todos los componentes.  

Para protegerse contra las descargas electrostáticas se utilizan dos principios básicos: 

1. Evitando la carga de personas, objetos y componentes. Esto se hace derivando la corriente y creando una conexión a tierra. 

2. Evitando las descargas rápidas y hacienda que las cargas eléctricas existentes sean lentas, por ejemplo, a través de una gran resistencia eléctrica. 

Selección de contenedores adecuados para la ESD

Las cajas para el almacenamiento y el transporte de los componentes suelen estar hechas de polipropileno (PP), que tiene muy buenas propiedades. Por ejemplo, puede ser utilizado como aislante de corriente porque es prácticamente no conductor (si bien se pueden generar cargas eléctricas en una superficie de polipropileno). Frotar una prenda de vestir contra la superficie de polipropileno o deslizar una caja sobre rampas, pistas de rodillos, etc. puede crear una tensión relativamente alta. Hay varias maneras de reducir estas tensiones: por ejemplo, puede lograrse mediante un flujo de aire ionizado. Dependiendo de la aplicación, también puede tener más sentido aumentar artificialmente la conductividad del propio polipropileno. 

 

Cajas de ESD conductivas o disipativas

El material de la caja puede ser modificado para protegerlo contra la electricidad electrostática mediante dos medidas. Por un lado, al polipropileno de las cajas de ESD se le añaden partículas de hollín conductoras. Como resultado, el material de las cajas se vuelve negro, la densidad aumenta y la resistencia eléctrica es aproximadamente <105Ohm. Ciertamente, resulta un poco más caro.  

Por otro lado, la producción de cajas ESD hechas de PP conductor de la electricidad para el almacenamiento y transporte de componentes electrónicos representa un esfuerzo adicional en el procesamiento, ya que el material conduce a una cierta contaminación del equipo, lo que implica mayores costes de limpieza. Además, el PP conductor no se recomienda para su uso en salas limpias. 

La segunda forma de modificar el polipropileno de las cajas ESD es aumentar la resistencia a unos 1011Ohm. Entonces, el material no se denomina conductivo, sino disipativo. Esta variante del material es la preferida por algunas empresas porque la corriente no se desvía de golpe, sino "más suavemente". De esta manera se evitan daños en los componentes electrónicos sensibles. El material disipativo está disponible en diferentes colores básicos. También es adecuado para salas blancas. A pesar de ello, estos dos tipos de material que hemos comentado no son adecuados para el contacto con alimentos. 

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